sábado, abril 22, 2006

Libre para creer en lo increíble

Qué crees sobre las cosas que son increíbles? En la vida nos encontramos historias de personas que lograron conseguir metas que para la mayoría de los que los rodeaban eran sencillamente increíbles.

Un ejemplo muy conocido es Cristobal Colón, quien llegó a América y eso fue increíble para sus coterráneos. Fue increíble porque eran presa de una falsa creencia: que la Tierra era plana. Personas que han alcanzado metas similares, como descender a las profundidades del mar, escalar las montañas más altas del mundo, sobrevivir días con una mordedura fatal de un animal salvaje hasta conseguir ayuda, atravesar el África a pie, o no comer por años (Paramahansa Yogananda, santo de la India y padre del Yoga en Occidente, documentó en su libro "Autobiografía de un Yogi" a dos personas que tenían muchos años de no probar alimento alguno), mostraron a muchos que lo único que los diferenciaba para lograr su cometido era que creyeron que se podía lograr, y no desistieron en su intento.

Podemos ver cómo nuestras creencias determinan en gran manera el resultado de nuestras acciones. Todos nos predisponemos a algo. Algunos a vencer, otros a dejarse vencer. Si los metafísicos y místicos de todos los tiempos tienen razón, nuestro mundo interior determina nuestro mundo exterior. Cualidades nuestras como intención, voluntad, determinación y perseverancia son inefectivas cuando en el fondo de nuestro corazón creemos que nuestra meta es imposible de lograr. Nos habremos dejado vencer por lo "increíble".

Crees que no te pasa a tí? No es necesario analizar ejemplos extremos, sino por el contrario ver cosas del día a día que decimos: "no creo que pueda conseguir ese trabajo", "no creo que yo pueda con esa tarea", "no puedo", "eso es imposible", "no puedo creer que lograras eso! para mi es increíble!", "en este país eso es imposible", "ni lo intentes, es imposible", "ya se que no voy a poder, así que ni lo intento".

Pues lo increíble es que no nos demos cuenta que somos presa de nuestras propias creencias y de limitaciones mentales que hemos dejado que nos impongan o que no hemos tenido el valor de destruir. Por eso me encanta esta parte de ese cuento tan famoso:

"No puedo creerlo!', dijo Alicia.

"No puedes?", repitió la reina con un tono apenado. "Vuelve a intentarlo, respira hondo y cierra los ojos."

Alicia se rió. "De nada sirve intentarlo", dijo. "Una no puede creer en cosas imposibles."

"Yo diría que no has practicado mucho", dijo la reina. "Cuando yo tenía tu edad, siempre lo hacía durante media hora al día. A veces he creido hasta seis cosas imposibles antes del desayuno."

Cree en ti y empezarás a creer en cosas increíbles. Cree en ti y el mundo alrededor tuyo cambiará para siempre, tal y como le sucedió a Colón.